Desde 1918, la familia Argiolas ha producido grandes vinos de Cerdeña viñedos con terruños excepcionales. Anteriormente conocida como Cantina Argiolas, Argiolas es sin duda uno de los mayores productores de Cerdeña, una de las islas mediterráneas de Italia. El enorme respeto por el terruño y el amor por el viñedo son dos valores principales que se transmiten de una generación de la familia a la siguiente.
Situadas en el sur de Cerdeña, las cinco propiedades de la finca Argiolas se caracterizan por sus suelos margosos-calcáreos del Mioceno. Las variedades de uva autóctonas, como Cannonau Carignano y Monica se eligen para los vinos tintos. Para los vinos blancos, se elige la variedad sarda Vermentino, que la familia Argiolas produce en la denominación DOC de Vermentino di Garulla.
Para la familia Argiolas, el terruño es sagrado y el respeto al medio ambiente se considera esencial para producir un vino excepcional. Por ello, la finca Argiolas ha adoptado una agricultura integrada en los viñedos. Este método se basa en técnicas y mecanismos naturales para proteger la vid. Verdaderamente protectora de los ecosistemas y de la biodiversidad única del paisaje vitícola sardo, la familia Argiolas cultiva un viñedo experimental, en el que se conservan y vinifican 11 variedades de cepas sardas.
En la bodega, la vinificación se adapta a las necesidades específicas de las distintas variedades de uva. Para que cada variedad revele plenamente su personalidad y las características de su terruño de origen, Argiolas se basa en métodos de vinificación tradicionales. Se opta por una corta maceración en frío en los rosados, mientras que en los tintos se realiza una maceración templada y una fermentación maloláctica. A continuación, cada vino se envejece en barricas durante un periodo de tiempo elegido por el enólogo.
Todos los vinos de la finca Argiolas se producen bajo la denominación IGT Isola dei Nuraghi, DOC Monica di Sardegna o DOC Vermentino di Sardegna. A este renombrado productor le debemos las dos prestigiosas cuvées Korem y Turriga, que se han convertido en verdaderos emblemas de la finca Argiolas y han establecido un alto punto de referencia para los vinos sardos en el mundo.