Champagne Dom Pérignon : la mítica bodega de Hautvillers no deja de hacernos soñar
El Champagne Dom Pérignon debe su nombre a un famoso monje del Abadía de Hautvillers en 1668, Pierre Pérignon (llamado Dom Pérignon). Según la leyenda Pierre Pérignon hubiera descubierto lo que se llama hoy el « méthode champegnoise ». Para el anécdota, en 1669 enseñará este método al benedictino Thierry Ruinart quién permitirá así a otra famosa bodega de champagne, la Maison Ruinart, volverse en la primera bodega de champagne en 1729.
Dom Pérignon es una famosísima bodega de Champagne que se inspira directamente de la filosofía de Pierre Pérignon, que se sitúa en la búsqueda de la perfección del Champagne. Gerente de la imagen prestigiosa de la marca, el grupo de lujo LVMH, que encabeza hoy Dom Pérignon es también propietario de otras bodegas muy conocidas tales como Krug, Ruinart, Veuve Clicquot o Moët & Chandon. Los valores defendidas por la bodega son el rigor, la intuición, la observación, la comprensión, la sabiduría y el respeto, valores representados por el emblemático jefe de bodega Richard Geoffroy. Además de la expresión de la complejidad aromática, los vinos de Champagne Dom Pérignon se caracterizan por un carácter único, precioso y indivisible. La importancia de los aromas deja sitio a la hermosura de los estuches de la bodega, creados por unos artistas famosos. Así ha sido creada la botella Dom Pérignon lumineuse – cuya etiqueta brilla en la noche- o bien botellas excepcionales en ediciones limitadas como el Dom Pérignon Rosé Vintage Coffret Gold 2000.
Las tres cepas principales de la Champagne son el Chardonnay, el Pinot Noir y el Pinot Meunier y se utilizan para elaborar los vinos de Dom Pérignon. Además de los estuches excepcionales elaborados por artistas famosos, los champagne Dom Pérignon presentan vinos Vintage que sólo se elaboran en las añadas excepcionales. Dichos vinos vienen comercializados en tres etapas llamadas "Plénitudes" : la primera se llama Dom Pérignon Vintage y se comercializa 9 años después de la añada, la segunda alcanza su segunda « plénitude » después de 12-15 años y se llama Dom Pérignon P2. Por fin, la última « plénitude », Dom Pérignon P3, se comercializa después de 25 años. Es un vino rarísimo y excepcional, una labor de paciencia y pasión que produce uno de los vinos más famosos del mundo