La historia de la familia Geoffroy se remonta al siglo XVII con unas pocas parcelas de viñedo situadas en el pueblo de Cumières, en el corazón del valle del Marne, en Champaña.
La Casa de Champagne Geoffroy se fundó a principios de la década de 1950 bajo el impulso de Roger Geoffroy y su esposa Julienne, que decidieron elaborar ellos mismos sus primeros vinos.
Tras la muerte de su padre, René Geoffroy y su esposa Bernadette se incorporaron a la propiedad familiar y desarrollaron la superficie del viñedo y la reputación de la casa.
A finales de los años 80, Jean-Baptiste Geoffroy y su esposa Karine se incorporan a la propiedad y deciden transferir las actividades vinícolas y comerciales a Ay.
Margaux, Sacha, Rosalie, Colombine y Azalée Geoffroy son la cuarta generación que trabaja en la casa.
Con una superficie de 14 hectáreas, el viñedo se extiende por las laderas de Damery, Hautvillers, Fleury la rivière y Cumières. Este terruño es único por sus 35 parcelas compuestas de Pinot Noir (42%), Pinot Meunier (34%) y Chardonnay (24%).
En una búsqueda continua del equilibrio y la expresión de cada parcela, la gestión del viñedo favorece la actividad microbiana de los suelos, en particular mediante el arado en lugar del uso de herbicidas, el pasto espontáneo, el uso de abonos orgánicos y una intervención humana limitada.
Esta búsqueda del respeto y de una expresión frutal pura es también el principio rector de todo el proceso de vinificación. Las uvas vendimiadas en su punto óptimo de madurez se prensan "a la antigua" para extraer un zumo fino y preciso. Una vinificación parcela por parcela en cubas esmaltadas, toneles, barricas y demi-muids saca a relucir los matices de expresión de cada parcela. No se favorece la fermentación maloláctica para preservar el frescor original de la fruta. Tras el ensamblaje, los champanes envejecen de 3 a 8 años, según el vino base, en las bodegas de la propiedad.