Tercer productor mundial de vino, después de Italia y Francia, y primer productor mundial en cuanto a superficie plantada de viñedos, España es una región vinícola del viejo mundo en la que la elaboración de vinos siempre ha formado parte de la cultura local. Con una gran variedad de estilos, en tintos, blancos, rosados y espumosos, los vinos españoles se encuentran hoy entre los más competitivos, ofreciendo una notable relación calidad-precio.
La introducción de la vitis vinífera en España se remonta a la época en que los fenicios colonizaron la costa andaluza, hace más de 3.000 años. Desde entonces, los viñedos de España no han dejado de crecer y evolucionar, influenciados significativamente por la historia y la situación económica del país. El desarrollo vitícola de España se vio limitado entre los siglos VIII y XV por la ocupación del Imperio Otomano. El resurgimiento del vino español tuvo lugar a finales del siglo XIX, debido en parte a la influencia de las fincas más prestigiosas y al nacimiento del cava. La llegada de la filoxera a Francia a mediados del siglo XIX permitió que los viñedos españoles prosperaran durante algún tiempo, suministrando vino al resto de Europa.
Los vinos españoles proceden de varias regiones vinícolas, que se extienden de norte a sur y de este a oeste, cada una de ellas marcada por sus propias características específicas. Castilla la Mancha es la mayor región vinícola del mundo en cuanto a superficie de producción, con un total de 200.000 hectáreas plantadas.
En el norte, la región de La Rioja es conocida por la calidad de sus vinos tintos elaborados con Tempranillo y Garnacha. Navarra, una provincia vecina, ha construido su reputación gracias a sus vinos rosados a base de Garnacha, así como a sus vinos tintos que incluyen Cabernet Sauvignon y Merlot en la mezcla. Galicia destaca por sus vinos blancos secos, muy aromáticos y frescos, elaborados con Albariño, una uva de origen portugués. Estos vinos han tenido un gran éxito internacional, gracias en parte a la DO Rias Baixas.
En el centro, en el corazón de la provincia de Castilla y León, los prestigiosos y robustos vinos de la Ribera del Duero siguen destacando entre los más afamados del mundo, en especial prestigiosas fincas como la bodega Vega Sicilia.
Situada en la provincia de Cataluña, la prestigiosa DOQ Priorat (Denominación de Origen Calificada) está considerada como una estrella brillante en el panorama internacional. Región vinícola exigente con rendimientos muy bajos, el Priorat es famoso por sus vinos tintos, que ofrecen un aroma cálido y una textura incomparable. Estos vinos se elaboran con las variedades Garnacha y Cariñena. En Cataluña se encuentra también la denominación de origen Penedès.
Las denominaciones de origen Bierzo y Toro son las estrellas emergentes de la viticultura española, con vinos cada vez más conocidos por su calidad.
En cuanto a las variedades de uva, España cultiva principalmente la uva blanca Airen. También están presentes la mayoría de las variedades de uva internacionales, como la Chardonnay, la Sauvignon Blanc y la Riesling para los blancos, y la Cabernet Sauvignon, la Merlot y la Syrah para los tintos, aunque el país apuesta por preservar sus variedades de uva autóctonas cultivadas localmente. La Tempranillo sigue siendo la variedad de uva más emblemática del país, presente en varias regiones vitivinícolas con diferentes nombres locales, vinificada como vino tinto, blanco y rosado.
Reconocidos por su alta calidad, su fuerte carácter y su inagotable encanto, los vinos de España sorprenderán al simple aficionado y satisfarán incluso a los más exigentes.