Una de las principales islas de Italiasituada en la punta de la bota, Sicilia es realmente un paraíso en la tierra. Con sus ondulantes montañas y kilómetros de costa mediterránea, esta isla meridional encandila a los viajeros con sus impresionantes y auténticos paisajes. Sicilia es hoy una de las regiones vinícolas italianas con mayor superficie de viñedo. Con una sola denominación al más alto nivel jerárquico (denominación de origen controlada y garantizada), la DOCG Cesarasuolo di Vittoriay 9 denominaciones DOC, Sicilia alberga más de 24 denominaciones.
Con un patrimonio vinícola de más de 2.000 años de antigüedad, Sicilia ha heredado el saber hacer de grandes civilizaciones a través de una serie de invasiones. Fenicios, griegos, romanos, árabes e incluso normandos han pasado por esta isla durante la turbulenta historia de Sicilia. Estas civilizaciones trajeron a Sicilia un profundo conocimiento de la vid ya en el siglo X. Los fenicios, de hecho, desempeñaron un papel fundamental en la difusión de la cultura vitivinícola. Estas influencias ya contribuyeron al desarrollo de Sicilia como región famosa por su vino. Incluso se cita una variedad de uva autóctona en la Odisea de Homero. Pero a pesar de esta floreciente actividad vitivinícola en la antigüedad, la región experimentó una especie de parón en la elaboración del vino, que se prolongó hasta bien entrado el siglo XVIII. En el sigloXX, la viticultura siciliana cobró un nuevo impulso, aunque la isla seguía siendo más conocida por la exportación de uvas destinadas a mezclas de baja calidad.
Hoy ya no existen cooperativas. En su lugar, las fincas privadas se dedican a la elaboración de vinos elegantes y de alta calidad a partir de variedades autóctonas. Sicilia se ha convertido en una región vinícola dinámica y reconocida, en la que una nueva generación de viticultores pretende poner de relieve la diversidad de las variedades autóctonas de la isla. Sus técnicas y conocimientos se reflejan en varias denominaciones sicilianas, como DOC Sicilia e IGT Terre Siciliane.
La "Perla Negra del Mediterráneo" disfruta de un clima mediterráneo con tendencias tropicales provocadas por los vientos sirocos. Estos vientos cálidos, procedentes del Sáhara, pueden alcanzar los 40°C y provocar cierta sequedad en el sur de la isla. Sicilia es una tierra volcánica. El Etna, aún activo, es un paisaje único, que ofrece un terruño verdaderamente singular para que los viticultores más valientes se atrevan a abordarlo. Los vinos tintos de esta región son muy distinguidos. El DOC Etna promueve estos vinos, que ofrecen mucha personalidad en la copa.
El clima y la geología de Sicilia son variados, lo que permite a la veintena de variedades de uva autóctonas florecer y producir vinos realmente distintivos. Aquí encontramos el Nero d'Avola, el Frappato, el Grillo -utilizado principalmente para el Marsala- y el Perricone.
Desde vinos tranquilos a espumosos, pasando por tintos, blancos y dulces, Sicilia ofrece infinitas opciones a los aficionados a los vinos italianos.