Dom Pérignon : Vintage 2008
- Gastos de porte gratuitosA partir de 240€
- Origen de los productos garantizadoProcedencia directa de las bodegas
Puntuaciones
Descripción
El equilibrio de un Dom Pérignon atlético
Cada año, se trata de crear de nuevo la excepción, ser el actor de una ambición nueva y creadora, siguiendo siempre la búsqueda de dar nacimiento a un ideal, el Dom Pérignon Vintage 2008 simboliza todo esto.
Porque el tiempo desarrolla la identidad del Champagne Dom Pérignon, las preciosas botellas se desvelan sólo después de largos años pasados en la frescura y la obscuridad de la bodega. La madurez en lías de las botellas permite al champagne Dom Pérignon transformarse poco a poco para mejorarse alcanzando diferentes fases de « plénitudes » y desvelar el espiritu que anima el ADN del Dom Pérignon.
Es después de 8 años de elaboración cuando el Dom Pérignon Vintage 2008 entra en la luz. Primera « plénitude » de expresión del Dom Pérignon, Dom Pérignon Vintage 2008 aparece con un equilibrio extraordinario y una grandٕísima armonía.
En una década muy soleada, el tiempo contrastado de la añada 2008 hace excepción. Pero fue gracias a la llegada del mes de septiembre que se produjó el milagro. Estado sanitario perfecto, madurez ideal de las uvas, las vendimias empezadas el 15 de septiembre tardaron un poco para recoger el mejor fruto en el mejor momento.
Para Richard Geoffroy, el grandísimo Jefe de bodega entrado en la bodega en 1990, « Dom Pérignon libera la añada 2008, la liberación de una lectura demasiado literal de los canones de la Champagne».
Con un fruto extraordinario y una gran complejidad, el buquet aromático empieza con notas de agrios y notas de anis y menta que dan una gran frescura. Después llegan la finura de las especias y los aromas de café. En boca, Dom Pérignon Vintage 2008 desvela una coherencia perfecta entre la expresión aromática y la personalidad. Peciso, depurado y tónico, el vino desarrolla una gran generosidad donde dominan el fruto y una acidez muy viva. Llena de sabores, la persistencia final presenta notas ahumadas.
Un Champagne de excepción que será perfecto para los maridajes más atrevidos sublimando la personalidad del vino llena de contrastes. Una añada singular que recuerda la mítica añada 1996, un equilibrio perfecto entre la fuerza, la elegancia y la frescura, que hacen la firma de los grandísimos Dom Pérignon. Dom Pérignon Vintage 2008, es ya un ícono.