Taylor's : Vintage Port 2003

Características y recomendaciones de cata del Taylor's Vintage Port 2003

Cata

Apariencia
Tono rojo púrpura intenso con un ribete vibrante, reflejo de la juventud y del excepcional potencial de envejecimiento de esta añada.

Nariz
Aroma floral puro que revela notas de arándano y mora, acompañadas de matices de violeta, jara y regaliz. La aireación desvela matices de grafito y especias complejas.

Paladar
Ataque concentrado en frutos negros dulces puros, sostenido por taninos sedosos y especiados. En boca revela sabores de cereza negra, ciruela, con un final rico de chocolate negro, kirsch y grosella negra.

Maridajes y ocasiones de cata

Este Vintage Port marida perfectamente con frutos secos, quesos azules y vetados, así como frutas deshidratadas como albaricoques e higos. También es excelente para degustación pura. Servir a 16-18°C tras decantar, dejando la botella en posición vertical durante unas horas antes de abrir.

El poder y la estructura de un Vintage Port del Duero

Taylor's, una referencia mundial de los Vintage Ports desde 1692

Fundada en 1692, Taylor's sigue siendo una de las casas de oporto más prestigiosas de la región del Duero en Portugal. Propiedad de varias familias vinculadas a los fundadores históricos desde 1838, incluida la familia Yeatman, está dirigida en la actualidad por Adrian Bridge. La Casa posee excepcionales quintas como Vargellas y Terra Feita en la región duriense. Taylor's destaca por sus excepcionales Vintage Ports, elaborados mediante métodos tradicionales en lagares de piedra. Sus Vintage Ports, reconocidos por su extraordinaria longevidad, encarnan la excelencia del terruño duriense y son una referencia a nivel mundial.

El Vintage Port 2003, una mezcla de dos quintas excepcionales

Taylor's Vintage Port 2003 nace de la mezcla de uvas de dos quintas: Quinta de Vargellas y Quinta de Terra Feita, situadas a unos 30 kilómetros de distancia en el Duero. Esta distancia ofrece diferentes microclimas que enriquecen la complejidad del vino de Oporto. El año 2003 se caracterizó por un invierno muy húmedo, una floración bajo un clima cálido y soleado a finales de mayo, seguida de un calor intenso a comienzos de agosto y lluvias beneficiosas a finales de agosto. La vendimia de septiembre, en condiciones cálidas y secas, produjo rendimientos consistentes y uvas con una intensidad de color notable, ricas en taninos y con un poder frutal excepcional. Esta añada fue elogiada por la crítica internacional por su calidad sobresaliente.