Fue en 1966 cuando Domenico Poggiali adquirió Fattoria Fèlsina en un momento en que Toscana experimentaba una revolución vinícola con los Supertoscanos. La finca está situada al sureste del histórico Chianti Classico y Crete Senesi , en el municipio de Castelnuovo Berardenga, provincia de Siena, Italia. Italia. Se extiende a lo largo de casi 600 hectáreas, 95 de las cuales están plantadas de vid. La finca Fèlsina alberga todos los grandes terruños que dan encanto y reputación a la Toscana. La filosofía de Fattoria Fèlsina se basa en valores sencillos: revelar la expresión del terruño y de las variedades de uva toscanas en vinos que cuenten la historia y la tradición.
El suelo consiste en un terreno calcáreo especialmente rocoso con marga estratificada y capas de arenisca, limo, arcilla y sedimentos marinos, rico en minerales. De estos suelos procede la uva negra emblemática del Chianti, la célebre Sangiovese encuentra todas las condiciones perfectas para florecer y crear grandes vinos toscanos.
Con una atención extrema y una exigencia constante, Fattoria Fèlsina trabaja para producir únicamente vinos que ilustren toda la tipicidad del terruño que los vio nacer. De esta diversidad de terruños nacen las diferentes interpretaciones del Sangiovese. Fue en 1983 cuando Fèlsina decidió poner en marcha un riguroso programa de selección masal de viñas viejas para preservar el excepcional patrimonio vinícola de Fattoria Fèlsina. Los Chiantis Fèlsina se adornan con mil matices diferentes según la tipicidad del terruño que los vio nacer. El perfil típico puede ser hoja de tabaco seca, notas de especias y regaliz, así como tierra mojada y aromas ahumados.
Con esta constancia de estilo y excelencia, la identidad Fèlsina se descubre a través de las distintas selecciones de parcelas de viñedo. Todos los viñedos, como Fontalloro, Berardenga y Rancia, están situados en la zona histórica de la denominación Chianti Classico. Están en el origen de vinos excepcionales y nos permiten descubrir la autenticidad de su terruño. Con pasión, tradición y saber hacer, Fattoria Fèlsina encarna la identidad toscana que tiene en su núcleo el corazón palpitante del Sangiovese.