Verdadera leyenda de la viticultura italiana, Giuseppe Quintarelli es considerado el padre del Amarone, el famoso vino de la Veneto región. Fallecido en 2012, el hombre ha ejercido una gran influencia en muchas generaciones de viticultores, entre ellos Romano Dal Forno, y deja un considerable legado que su familia perpetuará, siguiendo la tradición y el estilo desarrollados por el maestro.
La historia de la finca comienza en 1924, cuando Silvio Quintarelli la fundó. Su hijo menor, Giusepppe, se hizo cargo del negocio familiar en los años 50. A partir de entonces, trabajó incansablemente y con gran pasión, haciendo todo lo posible para elevar los vinos de la finca al más alto nivel de calidad. La finca de Giuseppe Quintarelli está situada en el pueblo de Negrar, en las colinas del norte de Verona, en el corazón de la región de Valpolicella ("valle de muchas bodegas" en latín), en la provincia de Vénetonorte de Italia. Italia. Situado a 500 metros de altitud, el viñedo ocupa 12 hectáreas y produce, cada año, una cantidad limitada de 60.000 botellas. La finca Giuseppe Quintarelli se ha ganado su reputación gracias a su legendario Amarone della Valpolicella Classico Recioto y su vino de culto, Alzero.
Conocido por ser un gran perfeccionista, Giuseppe Quintarelli se centró en producir sólo vinos excepcionales, que se venden en cantidades limitadas tras muchos años de envejecimiento. Tras el appassimento, una técnica tradicional de secado de las uvas en bastidores, el vino se prensa y envejece en barricas de roble de Eslavonia durante 7 años para el Amarone Classico Superiore, y 10 años para el Amarone della Valpolicella Classico Riserva. Siguiendo un código de conducta muy estricto, la finca no vende Amarone cuando la calidad se considera insuficiente. Ferviente defensor de la tradición, la finca Quintarelli es minimalista en lo que respecta a la comercialización y no tiene página web ni redes sociales.
Excelencia, tradición y paciencia son los valores que reflejan los vinos de Quintarelli, reconocidos por su estilo único y que expresan fielmente el toque único que les da el maestro. El Amarone, vino emblemático de la finca Quintarelli, impresiona por su suavidad, elegancia y longitud en el paladar.