El Château Malherbe está situado en Bormes-les-Mimosas, en la costa mediterránea de la Provenza, al pie del cabo Bénat y cerca del Fuerte de Brégançon.
Localización y superficie del viñedo
La propiedad se extiende sobre unas 60 hectáreas, de las cuales 25 hectáreas están plantadas con viñas en producción, repartidas en dos terruños distintos: Malherbe, en la ladera de la colina, y la Pointe du Diable, junto al mar.
Historia del Château Malherbe
Antigua granja del Fuerte de Brégançon, en actividad desde el siglo XI, el Château Malherbe pertenece a la familia Ferrari desde 1940. La historia comienza cuando Louis Ferrari adquiere esta propiedad enclavada al pie del Fuerte de Brégançon. Veinte años más tarde, en 1960, su nieta Mireille Ferrari, representante de la tercera generación, le da una nueva vocación al transformarla en una auténtica finca vitivinícola, marcando así el inicio de una aventura decididamente orientada hacia la vid. En el año 2000, Sébastien Ferrari, acompañado por su hermano Romain, asume a su vez la dirección del dominio. Impulsada por un espíritu de innovación y respeto por las tradiciones, la cuarta generación continúa la labor familiar insuflándole al mismo tiempo un nuevo dinamismo. Hoy, en 2025, Sébastien prosigue esta aventura en familia, ahora respaldado por sus hijos, quinta generación que se involucra con pasión en el desarrollo del viñedo.
Todo lo que hay que saber sobre el terruño
Situación, exposición y geología
La singularidad del Château Malherbe se expresa a través de dos terruños excepcionales. Por un lado, el terruño de la Pointe du Diable, marcado por la influencia marítima y suelos arenosos salpicados de fragmentos de cuarzo. Por otro lado, el terruño de Malherbe, aferrado a las laderas, se asienta sobre suelos principalmente de pizarra que acogen viñas de más de 80 años.
Clima
El clima mediterráneo, con una fuerte insolación atemperada por el mar, permite una maduración óptima de las uvas.
Prácticas de cultivo
La finca también se distingue por una filosofía inspirada en Borgoña, que se manifiesta desde el trabajo en la viña. Se privilegia un enfoque parcelario riguroso, rendimientos controlados, vendimia manual y una selección meticulosa directamente en la cepa. Para sus vinos tintos y rosados, la finca utiliza principalmente variedades mediterráneas como garnacha, mourvèdre, syrah y cinsault. Los vinos blancos se elaboran a partir de rolle, sémillon y ugni blanc.
Vinificación y crianza
Fieles a la misma filosofía aplicada en la viña, en bodega se favorecen vinificaciones respetuosas del terruño y deliberadamente minimalistas: prensados delicados o pisado de uvas, trabajo con racimos enteros, vinificación parcelaria y uso de levaduras autóctonas.
Compromiso sostenible
Situada en un entorno excepcional a orillas del Mediterráneo, esta finca se extiende sobre 25 hectáreas de viñas cultivadas en biodinámica y certificadas por Demeter desde 2021. El compromiso medioambiental de la finca tiene sus raíces en una larga tradición de respeto por la naturaleza: desde 1940 no se utilizaban productos químicos de síntesis en los cultivos. Esta conciencia ecológica se concretó, décadas después, con una conversión oficial a la biodinámica iniciada en 2018 y coronada con la certificación Demeter tres años más tarde.
Estilo de los vinos
Château Malherbe, Madame Ferrari, Pointe du Diable… Propuestos en versiones tintas, blancas y rosadas, estos excepcionales Côtes de Provence expresan una identidad singular: una frescura resplandeciente, una mineralidad sutil, un delicado toque salino y una exquisitez llena de finura. Sin duda, vinos de alta gastronomía.