Château Margaux 2012

Características y consejos de cata de Château Margaux 2012

Cata

Los excelentes vinos de prensa aportaron gran densidad y una magnífica carnosidad al coupage, preservando al mismo tiempo su increíble finura. En boca, Château Margaux 2012 es un vino potente, puro y bien equilibrado, de un encanto irresistible.

Un vino de Margaux potente, puro y bien equilibrado

La propiedad
Con orígenes que se remontan al siglo XII, Château Margaux figura entre los Grands Crus que han forjado la leyenda de los grandes vinos de Burdeos en todo el mundo. En 1855, la propiedad fue clasificada como Premier Grand Cru Classé y fue el único de los cuatro châteaux presentados en recibir la puntuación perfecta de veinte sobre veinte. Con la adquisición de la propiedad en 1977 por André Mentzelopoulos, Château Margaux inició un nuevo capítulo en su historia. Elevando el Grand Vin de Château Margaux al nivel más alto, reintrodujo el Second Wine de la finca, Pavillon Rouge du Château Margaux, creado por primera vez en 1908. Siguiendo los pasos de su padre tras su prematura desaparición, Corinne Mentzelopoulos tomó el relevo familiar con energía y pasión para preservar el prestigio de Château Margaux, hoy una obra maestra de Burdeos, reconocible al instante por su estilo neopaladiano. Añada tras añada, los vinos de la propiedad figuran entre los más grandes del mundo.

El viñedo
El viñedo de Château Margaux debe su singularidad a su raro y único terruño, situado en una cota de gravas. Las plantaciones de la propiedad otorgan un lugar privilegiado a la uva tinta emblemática de la zona, Cabernet Sauvignon, junto con Merlot, Petit Verdot y Cabernet Franc. Los suelos arcillo-calcáreos de la finca dan lugar a vinos legendarios, de carácter distinguido y sensual, tan representativos de la denominación Margaux.

El vino

La añada 2012 de Château Margaux representa el 34% de la producción total.

La añada

2012 marcó un retorno a un clima muy clásico: tras un invierno riguroso, especialmente en febrero, una primavera empapada de agua dio paso a un verano muy seco, antes de que las lluvias regresaran a partir del 20 de septiembre. Si bien la humedad prolongada hasta mediados de julio favoreció el mildiu, también brindó el marco para un avance decisivo en nuestras iniciativas ecológicas: diez años sin insecticidas y, ese año, solo un tratamiento químico en las parcelas del grand vin, frente a los siete u ocho habituales. A partir del 15 de julio, un tiempo seco y moderadamente cálido, ocasionalmente salpicado por picos de calor, creó condiciones dignas de las grandes añadas bordelesas—propicias tanto para la maduración como para la concentración—aunque las viñas jóvenes y los terruños menos favorecidos sufrieron el brusco cambio de régimen. El otoño, desde su primer día, trajo lluvias regulares pero medidas—demasiado tarde para comprometer el estado sanitario de la uva, aunque justo lo suficiente como para privar, por cuestión de días, el estatus de gran añada que 2012 parecía prometer. La vendimia de uvas blancas tuvo lugar del 10 al 14 de septiembre, y la de uvas tintas del 25 de septiembre al 16 de octubre, justo antes de que el cielo se cerrara.

Ensamblaje

87% Cabernet Sauvignon, 10% Merlot, 2% Cabernet Franc y 1% Petit Verdot.